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L.O./X.M.
La música, el ballet y los números cómicos se hicieron cargo de la diversión en el Festival de los Espléndidos Reyes Magos. El grupo Química Latina triunfó en la difícil tarea de actuar los primeros y «romper el hielo» nada más abrir las puertas del recinto. Los dos Xanquers A Dalt de Tot demostraron hacer un buen equipo, repartiendo caramelos y jugando con los niños. Tras ellos, actuaron en el foro romano la orquesta Tumbet de Solfa, que mantuvieron el listón bien alto con las canciones de verbena de toda la vida.

Mientras, en el palacio de congresos, Oxalis deleitaba a los amantes de las sevillanas y rumbas. Por los alrededores, la banda de tambores y cornetas Groc i Verd no dejó decaer el ritmo, y Atracciones Brotons permitía a los niños convertirse en gladiadores por una mañana, y disfrutar saltando en el castillo hinchable. Los Tofolets repartín besos, abrazos, y alguna que otra pintada de cara.

Tras ellos, llegó la esperada actuación de Los Manolos, que sorprendieron al público con canciones nuevas, fruto de sus últimas giras por Suramérica; sin embargo, los tres catalanes no pudieron negarse a cantar las canciones que les catapultaron a la fama, como «All my lovin'», y, acompañados por un coro de miles de voces de todas las edades rodeándoles en el doble escenario del teatro romano, su «Amigos para siempre».

El escenario de las Termas del Pueblo Español fue uno de los más concurridos, pues allí actuaron Isabel de Palma, con canción española y baile, y la niña Sonia, que dejó al público boquiabierto con su garbo. Y tras ella, los bulgaros Míster Mim arrancaron carcajadas a diestro y siniestro, con los personajes de un avestruz muy marchoso que cantaba «Batman», un director de orquesta chiflado y un dinosaurio bailarín. El ballet Spirit of Broadway mostró sus vistosos números de Disney, y Hitmanía Show cerró el acto recordando las canciones que están de moda.