Los molinos de es Jonquet, de Palma, muestran una triste imagen de dejación y abandono. Entrando por el Carrer dels Molins de Migjorn y siguiendo por el Carrer del Gambins se observa cómo los tres molinos que hay enfrente «mueren» en silencio y ante la mirada de quienes pasean o circulan por el Passeig Marítim. El Real Club Náutico de Palma es el principal testigo del envejecimiento y dejadez del lamentable estado de los molinos.
Bajo el primero de los cinco que hay en la zona, las ruinas de la discoteca «PalmaPalma» y bolsas de basura podriéndose. En el descampado de al lado, tras los matojos, dos vagabundos haciendo sus necesidades. La zona, a pesar de algunas rehabilitaciones, muestra una considerable degradación. Las viviendas del lugar visten viejas puertas y ventanas necesitadas de una reforma.
Desde la Plaça del Vapor se llega hasta el Carrer del Terrer, encima del emblemático bar Marítimo, desde donde se divisa toda la bahía de Palma y a la derecha, concretamente en el Carrer molí d'En Garleta, luce sobre una placa del Centre Cultural del Ajuntament, el único de los cinco molinos en perfecto estado.
Desde casi cualquier punto del Passeig Marítim se puede observar que los molinos de la barriada de es Jonquet necesitan de manera urgente una rehabilitación antes de que las carcomidas aspas caigan sobre la cabeza de algún turista o peatón.
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