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La confección de las típicas cocas de turrón mallorquín de obleas se convirtió en una auténtica fiesta para los alumnos de primaria del colegio San Vicente de Paúl de la Soledat.

La veterana maestra María Juan Cerdá, tiene un poco «la culpa» del buen ambiente que se formó en las clases a partir de la confección del turrón. María Juan explicó que «cuando se acercan las fechas de la Navidad solíamos elaborar con los alumnos de clases superiores las especialidades de amargos o cocas de turrón. Este año hemos organizado también esta actividad de forma experimental con los más pequeños».

«Ayer y hoy "indicó la profesora" han elaborado cocas de turrón todos los cursos de primaria, desde los de primer curso a los de sexto. Calculamos que, entre todas las clases, se habrán conseguido alrededor de 220 cocas de oblea». Este laborioso trabajo se inició con anterioridad. Según indicaron las profesoras Magdalena Comas y María Antonia Rosselló, «en cada una de las clases se partieron y se pelaron las almendras. Una vez escaldadas y secas, para agilizar un poco el trabajo, las llevamos a un horno cercano para su posterior molienda. De vuelta la almendra ya picada, elaboramos la pasta a partir de un kilo de polvo de almendra y 800 grs. de azúcar blanquilla, todo ello aderezado con raspadura de limón y canela.

El deseo expreso de las profesoras ha sido que los chicos conozcan y continúen la tradición, pues en esta barriada vive gente de fuera.