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J.MESTRE/N.DOMBLAS La Llei de Comerç está provocando un duro enfrentamiento entre el Govern y Unió Mallorquina, formación política que exige que el nuevo texto no haga ninguna referencia a la superficie máxima para autorizar los nuevos grandes comercios. El vicepresident y conseller d'Economia, Pere Sampol, intentó ayer consensuar la Llei de Comerç con el objetivo de aprobarla en el Consell de Govern el viernes, pero la reunión que mantuvo en los pasillos del Parlament con Maria Antònia Munar y Miquel Nadal, dirigentes de UM, finalizó sin ningún tipo de acuerdo.

Unió Mallorquina planteó abiertamente que deben ser los consells los que regulen la superficie máxima de los grandes comercios, y no una ley del Govern. UM pidió a Sampol que la Llei de Comerç no haga ninguna referencia a la superficie máxima y que dicho artículo del borrador del anteproyecto de ley sea suprimido.

La oferta de Unió Mallorquina fue aceptada inicialmente por Pere Sampol a cambio de que sea el Govern el encargado de redactar los planes directores de comercio de las distintas islas. Sampol pretendía que el proyecto de ley de atribuciones de las competencias de ordenación del territorio sea modificada para que el Govern, y no los consells, elaborase los planes directores. Unió Mallorquina se opuso frontalmente a la propuesta de Sampol y, con toda seguridad, la Llei de Comerç tampoco podrá ser aprobada en el Consell de Govern del viernes.

El distanciamiento entre UM y el Govern por la Llei de Comerç es total y absoluto y las posturas se están distanciando cada día más. Desde el Govern recalcaron que «la intención es consensuar el texto antes de aprobarlo y llevarlo al Parlament», aunque reconocieron que «la posición de UM es difícil de comprender». Los dirigentes de UM tampoco ocultan su malestar por la propuesta que ha realizado el Govern, y lamentan que el último borrador de la ley no incluyese las recomendaciones que se sugirieron desde la formación nacionalista.