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«Ni en España ni en ningún país de la Unión Europea, excepto Inglaterra y Francia, se han detectado casos de la variedad de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob provocadas por las vacas locas». Así de rotundo se manifestaba ayer el coordinador de la Unidad de Biodiagnóstico de la enfermedad del hospital Clinic de Barcelona, Albert Saiz, durante la conferencia que dictó en la Sesión Extraordinaria de la Academia Médica Balear.

El experto, que habló de los aspectos actuales de la enfermedad, quiso dejar claro que la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se conoce desde los años veinte, que afecta a una persona de cada 100.000, especialmente las de más edad y que sus síntomas son trastornos en el movimiento y demencia, entre otras. «Otra cosa, señaló, es la variedad provocada por encefalopatía espongiforme bovina de la que en España no se ha detectado ningún caso».

Saiz destacó que, a día de hoy, aún no está demostrado cual es la vía de transmisión de la variante desde el animal al hombre, «aunque todos los indicios apuntan a que es por vía alimentaria ya que no existen factores de riesgo definidos».

En este sentido, el coordinador de la unidad de biodiagnóstico de la enfermedad destacó que las medidas tomadas por Bruselas, en base a la epidemología, «son las más eficaces que se podían tomar para evitar el paso de la enfermedad del animal al hombre» y que la vigilancia estrecha de los posibles factores de riesgo debe servir «para evitar cualquier tipo de riesgo en los humanos». Saez reconoció que los conocimientos que se tienen de la enfermedad son pocos pero que , aún así, «son suficientes para empezar a trabajar».