Los elementos con los que Xavi Torres ha compuesto la mesa de Navidad han sido los siguientes: una vajilla modelo Sandon de porcelana Royal Doulton, de 65 piezas; un bajo plato de Vista Alegre; una cristalería modelo Torino de Villeroy y Bosch, de 48 piezas; una cubertería modelo Ebro Acsal, de 115 piezas, y una mantelería Damasco de ocho servicios. En honor a la verdad debemos decir que Xavi montó la mesa con cierta rapidez, señal de que venía con las ideas claras.
Retomando el hilo de la conversación, insistimos en su futuro lejos de la natación. «Yo he estudiado Magisterio -dice- del que me quedan un par de asignaturas. También estoy trabajando para el equipo de natación del Club Voltor. Lo que a mí me gustaría una vez que haya colgado el bañador es seguir vinculado con el mundo del deporte, ya sea desde el punto de vista técnico como el de gestión, a fin de poder trasladar a los más jóvenes todo aquello que a mí me ha ayudado a alcanzar triunfos. Lo que está claro que no puedo hacer es hipotecar mi vida compitiendo siempre. Pero todo se andará... De momento estoy a gusto haciendo lo que hago», asegura.
Sobre la esponsorización de las empresas a los paralímpicos, Xavi dice que «a nivel individual parece que todavía no se atreven. Los únicos patrocinadores que tenemos son a nivel de selección».
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