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Las ventas en los comercios turísticos de Mallorca durante los meses de junio, julio y agosto habían descendido un 30 por ciento con respecto al mismo período del pasado año. Sin embargo, en una gran recuperación, el sector rebajó esa merma de ingresos hasta el 10 por ciento en los meses de septiembre y octubre, según confirmó a este diario el presidente de la Federación Balear de Comercios Turísticos, Luis Marín.

La patronal agrupa a unos 1.500 establecimientos, la mayoría de ellos situados en la zona de Calvià, aunque cuentan con asociados en Palma, Sóller y en la zona de la Platja de Palma-s'Arenal, según explicó Marín. «Han venido muchos menos turistas y también con menor capacidad adquisitiva», dijo el presidente de la Federación Balear de Comercios Turísticos, quien reiteró que las quejas de los afiliados «son unánimes». «No obstante», añadió, «en septiembre y octubre notamos una recuperación, lo que ha permitido evitar una falta de ingresos mucho mayor».

El 30 por ciento de los 1.500 comercios turísticos ha cerrado sus puertas desde el pasado uno de noviembre, iniciando la temporada baja. Los propietarios de los establecimientos «han repuesto en muy pocas ocasiones sus existencias -dijo-, lo que evidencia que el negocio no ha ido bien en la mayoría de las zonas vacacionales». Entre los apartados de venta que peor funcionaron este verano, mencionó la bisutería, el calzado, la moda y la perfumería.

Esta evolución de las ventas en los comercios ubicados en las zonas turísticas, según hoteleros y oferta complementaria, sorprende, dado que las previsiones que se están dando desde el Govern en materia de gasto turístico para esta temporada alta son ligeramente inferiores a la del pasado año. Asimismo, reconocen que una de las causas de este bajón puede ser la propia tipología del comercio turístico en la Isla, necesitado de una gran modernización en infraestructuras y servicios.