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«No hemos salido de aquí y ya hemos de pagar un desahucio de 120.000 pesetas a una persona que nos lo ha pedido». Así hablaba Joanna Walker, presidenta del Club Elsa, un poco antes de clausurar el rastrillo que ha tenido lugar desde el martes en el Pueblo Español de Palma.

Más de cuatro mil personas han pasado por las instalaciones para adquirir productos «tirados» de precio: libros desde cien pesetas o paraguas usados desde las veinticinco. Unos momentos antes de clausurar esta feria, sus miembros calculaban que lo recaudado se situaría sobre los 8.000.000 millones ya que en la subasta que había empezado a las 12.00 horas el total ascendía a 1.063.000 pesetas (el objeto más valorado fue un cuadro de Basilio Escudero que salió por 300.000).

Durante estos cuatro días, los miembros del Club Elsa (180 mujeres d'empenta) han trabajado muy duro para sacar adelante este rastrillo, la recaudación de la cual irá destinada a preparar comidas de Navidad para las familias más necesitadas («Fijas son 167, después siempre se agregan unas cuantas más», explica Joanna), a financiar proyectos de Ayne en Perú o dar becas para Aspace, Asnimo y Gaspar Hauser... una montaña de trabajo que solucionará Club Elsa.