Desde el portaaviones estadounidense se tiró agua a presión a los ecologistas.

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N. DOMBLÀS/J.M. AGUILÓ
Desde las ocho de la mañana y hasta las tres de la tarde, ocho activistas de Greenpeace, a bordo de dos lanchas neumáticas y con el apoyo del velero Greenpeace VI-Zorba, obstaculizaron en la bahía de Palma las maniobras de fondeo del portaaviones «George Washington». Entre los integrantes del grupo de activistas de Greenpeace se encontraba el presidente de la organización, Xavier Pastor.

Desde el momento en el que las lanchas de la asociación ecologista se acercaron al portaaviones sus movimientos fueron vigilados por una patrullera y una lancha de la Guardia Civil, un helicóptero de la Policía Nacional y varios helicópteros del propio «George Washington». «Desde el primer momento nos tiraron agua a presión desde la nave. Durante siete horas evitamos que el portaaviones pudiese fondear, pero alrededor de las tres de la tarde llegaron miembros antidisturbios de la Guardia Civil y lanzaron pelotas de goma contra las lanchas», señaló Pastor. El desplazamiento de las lanchas para evitar el impacto de las pelotas de goma posibilitó que el portaaviones pudiese finalmente fondear.

«A continuación, la Guardia Civil subió a nuestro velero y a las lanchas para realizar una inspección y para tomar nuestros datos personales», añadió Pastor. El presidente de Greenpeace no descartó futuras acciones en los próximos días aunque señaló que aún no habían tomado una decisión al respecto. Pastor destacó como positivo el debate que puede abrirse en la sociedad a raíz de actuaciones como las de ayer. «Es positivo que el Govern y el president Antich se hayan posicionado sobre este tema, pidiendo cuentas al Gobierno español. Hemos de intentar que siga habiendo un debate social sobre la cuestión», concluyó Pastor.