TW
0

En la mañana de ayer, la escuela holandesa, ubicada en el club de Hielo de Palmanova, celebró como cada año su fiesta tradicional de San Nicolás «Sinterklaas», muy parecido al Papá Noel de tradición nórdica que aparece el 24 de diciembre. Un total de cincuenta niños, acompañados por sus padres, se reunieron en una fiesta llena de ilusión y de alegría, para conmemorar la festividad de este santo, que en realidad recae en el próximo martes 5 de diciembre.

San Nicolás festeja su cumpleaños, que difiere bastante de los normales, puesto que, según la tradición, él prefiere más dar regalos que no recibirlos. De este modo, los pequeños ponen sus zapatos delante de la chimenea o de la puerta durante la semana para conseguir así algún regalo de la mano de los «pedros», los asistentes de San Nicolás. Eso sí, antes deben pasar un examen de conducta. El libro rojo de San Nicolás recoge los nombres de aquellos niños que han sido buenos y merecen un regalo, o de los que han sido algo gamberros y son introducidos en el saco negro.

En la celebración de ayer, los niños recibieron con gran expectación a San Nicolás, que llegó acompañado de sus dos asistentes. La larga barba del santo y el color negro en la cara de los «pedros» hicieron derramar las lágrimas a más de uno, asustados por semejante despliegue. Pero el susto duró poco. Los dulces y la entonación de las canciones típicas conquistaron muy pronto a los temerosos. El punto y final a la fiesta lo puso la tómbola, donde el primer premio era un billete de avión ida y vuelta a Holanda.