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El nivel de consumo de los recursos y de producción de residuos en Balears es el equivalente al de un territorio 5'5 veces mayor. Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por el geógrafo Ivan Murray Mas, que, además, es el subdirector del laboractorio socioambiental del Centre d'Investigació i Tecnologies Turístiques de les Illes Balears (CITTIB). Murray ha realizado un máster en Escocia sobre desarrollo sostenible y aplicación de conceptos de sostenibilidad.

Principalmente, en el estudio de Murray se aplican, con una metodología científica empleada en otras zonas del Estado y del mundo, dos indicadores geográficos: la capacidad y la «huella ecológica» de un territorio. El primero consiste en cuantificar, en relación a la población (residente y flotante, ya que todos son productores y consumidores), el territorio disponible para la producción de bienes de consumo, el aprovechamiento de recursos naturales y la absorción de residuos. La media mundial de este indicador es de 1'7 hectáreas por habitante. Sin embargo, la capacidad ecológica de Balears es de 0'67 hectáreas por habitante (datos de 1998).

Ejemplos con un indicador peor que el de nuestra comunidad serían Hong Kong (0'2 hectáreas por habitante, con un suelo urbano que prácticamente ocupa todo su territorio) y Egipto (0'5). Un país superpoblado como Bangladesh tiene una capacidad ecológica mejor que la de las Islas. España tiene 1'4; Holanda, 1'5; y Estados Unidos, 5'5.

El otro indicador geográfico manejado por Murray es el de la «huella ecológica», que traduce en una unidad de superficie por habitante los bienes de consumo y los residuos producidos por una determinada zona. Balears presentan una «huella ecológica» de 4'29 hectáreas por habitante. La media mundial es de 2'2 hectáreas por habitante. Al contrario, de la capacidad ecológica, cuanto más alto es el indicador de la «huella ecológica» peores son las condiciones.