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El traslado a la nueva sede judicial de sa Gerreria, que empezó a efectuarse ayer, ha paralizado la actividad en los juzgados y Fiscalía de lo Civil. En la puerta de acceso a las nuevas dependencias, el juez-decano Pere Barceló daba cuenta de la situación creada en los siguientes términos: «En junta sectorial de jueces de Primera Instancia celebrada el día 23 de noviembre de 2000 se ha acordado lo siguiente: declarar inhábil, a todos los efectos, para procedimientos civiles el período comprendido entre los días del 27 de noviembre al 15 de diciembre, ambos inclusive, con motivo del traslado de los juzgados al nuevo edificio de sa Gerrería. Dicha inhabilitación afectará a expedientes de incapacidad, medidas provisionalísimas, subastas. Aquellos otros procedimientos determinados o desacuerdos en inhabilitación especial».

La mudanza, no obstante, provocó protestas airadas en el sindicato CSI-CSIF, que lamentó «las tareas que los funcionarios debemos asumir» y que son competencia exclusiva de la empresa contratada. Los funcionarios, asimismo, se quejan de la falta de seguridad en esa barriada de Palma. «Esta falta de medios supone un riesgo para la salud, no solo ante la falta de higiene sino tanto por el peso y cajas de legajos bajados de estantes sin ningún medio, ni una triste carretilla ni escaleras adecuadas».

Según ese sindicato, «los archivos llevan años sin limpiar, cosa que para los que son alérgicos van a tragar de todo, sólo al entrar en los mismos, salen mugrientos. Las miles de cajas enviadas para guardar los expedientes que deberían llegar montadas por la empresa de mudanza han llegado desmontadas, lo que entorpece aún más la tan referida mudanza y es un motivo más para la lentitud de la misma, cosa que van a notar tanto los funcionarios que deberán poner al día los expedientes como los ciudadanos que tienen procedimiento en marcha». En lo que atañe a la Fiscalía, los representantes del ministerio público se trasladarán a sa Gerreria del 1 al 4 de diciembre.