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Al final de esta temporada conflictiva de 2000, dejamos atrás la llegada de famosos y miles de turistas de todo el mundo a nuestra isla, junto a la vorágine bulliciosa de salas de fiestas y nights clubs, haciéndonos recordar lo que era Palma de Noche allá por los años 48, 49 y 50... o sea, hace ya medio siglo.

En las primeras salidas de Palma de Noche, en la década de los 50, la primera visita se realizaba en «Casa Vallés», donde solían actuar Antonio Molina, Paquita Morenilla, Bella Mery, Rafael de la Cruz, Finita de Madrid, Niña de Málaga, Lolita de Granada, Nita Hernández, Paquita Flores y Miguel de San Fernando, entre otros. Regularmente se hacía la visita a la ciudad a pie, dos veces por semana, visitando la parte antigua "Diputación, Ajuntament, Sant Francesc, Casal Olesa, la fábrica de Vidrios Gordiola para acabar en el Catedral.

Reflejar en tan poco espacio el ambiente nocturno de aquella época, por su extensa proliferación, no es tarea fácil. Una de las salas de fiestas más populares fue Tagomago, con Los Valldemossa, sin olvidar otras, como Casa Vallés, Trocadero, Trébol, Bolero, Salón Ibiza, Casino de Mallorca, Es Fogueró, Son Amar y Son Térmens.

Bonet de San Pedro era un referente. Con sus canciones vuelven las ilusiones y euforias de los que han traspasado el umbral de los setenta años. Una de sus primeras creaciones fue Rosa de té, con letra de Teresa Cid, y musicada por él. Luego vinieron como un chorro imparable de pegadizas canciones tales como Bajo el cielo de Palma, Carita de ángel, A la pálida luz de la luna, Cala d'Or, Copeo de amor, Canto a Mallorca, Caracola, Sombras de Formentor, Siluetas de Bellver,...