Antich visitó ayer la feria de Londres, donde mantuvo un encuentro con el secretario general de Turismo, Güeme.

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RUIZ COLLADO-ENVIADO ESPECIAL A LONDRES El presidente del Govern, Francesc Antich, manifestó ayer en el estand de Balears en la feria turística World Travel Market, su sorpresa por la reacción de hoteleros de Mallorca de calificar las últimas sanciones económicas, entre ellas la de 10 millones a la cadena Sol Meliá, de venganza por no apoyar la ecotasa. Los empresarios también se refirieron al descubrimiento de más de mil plazas no regladas por parte de inspectores del Govern, justo en los momentos en que se debate la posible inconstitucionalidad de la ecotasa.

«No comprendo esta actitud», dijo Antich, «cuando todos deberíamos estar preocupados con todo aquello que no se adecúe a la actual normativa turística vigente. Era una asignatura pendiente el intentar hacer disminuir este tipo de oferta, de ahí que el Govern actual está trabajando en ello y no queda más remedio que enfrentarse a la realidad y aplicar la legislación vigente. Me extraña que haya parte del sector preocupado por este tipo de oferta no legalizada».

Miembros de la Federación Hotelera de Mallorca, sin embargo, tildaban ayer de «venganza» en los pasillos de la feria londinense la postura de la Conselleria de Turisme y la sanción a Sol Meliá. El propio conseller de Turisme, Celestí Alomar, señalaba al respecto que el expediente abierto a Sol Meliá había sido iniciado por el anterior equipo de Turisme, bajo la etapa de González Ortea, «el expediente estaba a punto de quedar sobreseído a finales de mes, de ahí que antes de que prescribiera la falta se ha optado por aplicar la normativa vigente por la actitud mostrada por la cadena hotelera de no solventar las deficiencias administrativas detectadas. No se trata de ningún acto contra Sol Meliá, sino que es una actuación de la administración autonómica semejante como la que se mantiene con otros expedientes similares».

Antich, tras mantener un breve encuentro con el presidente de la patronal hotelera, Pere Cañellas, y su gerente, Antoni Munar, anunció que pese a que las relaciones con la Federación Hotelera de Mallorca se pueden calificar de «extrañas, estamos haciendo todos los esfuerzos para limar asperezas, ya que no es bueno ni para el propio sector, el Govern ni las Islas esta situación. Hay que hacer un esfuerzo para dialogar la Ley de Turismo y la ecotasa, de ahí que ambas partes nos hemos comprometido a hablar en breve, aunque esto no implique que el Govern vaya a retirar esta ley sobre el impuesto turístico. Sólo queremos analizar y discutir las cuestiones más polémicas con el propio sector».