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El Govern ha pedido al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, que invierta 16.068 millones en infraestructuras en materia de aguas en Balears, incluyendo las unidades móviles de desalación. La propuesta, que fue presentada por Antoni Rodríguez y Pablo Rivero, fue remitida ayer mismo al Ministerio de Medio Ambiente de cara a la próxima reunión que deben mantener ambas administraciones para la redacción del protocolo del convenio hidrológico.

Antoni Rodríguez, director general de Recursos Hídrics, pidió ayer a Matas que «firme el convenio que él mismo propuso cuando era presidente del Govern». «Lo que nosotros pedimos no es más de lo que el propio Matas reclamó a Isabel Tocino cuando era president», reiteró Rodríguez.

El Govern pide que financie la ampliación de la desaladora de Formentera, y que instale dos nuevas líneas en la planta de la Badía de Palma. Asimismo, el Ejecutivo autonómico propone al departamento que dirige Jaume Matas que pague la interconexión de las desaladoras de Eivissa y que adecue la central térmica de Alcúdia para instalar una nueva desaladora. Las necesidades de agua en Menorca quedarían satisfechas con la redistribución de las captaciones.

La propuesta presentada por el Govern también incluye el trasvase de Sa Costera y el desvío del torrente de Manacor. Asimismo, el Ejecutivo reivindica que el Ministerio de Medio Ambiente financie otras actuaciones en torrentes de Balears.

En la documentación que el Govern presentará en la próxima reunión de la Comisión Mixta se propondrá a los técnicos de Matas que el protocolo incluya la financiación de la remodelación de las depuradoras de Palma y Santa Margalida"Muro. Por último, el listado que presentó ayer el Govern incluye la financiación de las desaladoras pagadas con fondos autonómicos el pasado verano. Es decir, el Ejecutivo vuelve a pedir a Matas que financie la desaladora de Son Ferrer, en Calvià, y las unidades modulares de desalación de la badía de Palma. En total, el gabinete de Antich espera recuperar los 3.000 millones que ha invertido para paliar la sequía del pasado verano.