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La consellera de Asuntos Sociales del Consell de Mallorca, Josefina Sintes, y el vicepresidente de la Fundación Nazaret, Domingo Mateu, negaron ayer que se esté dando «maltrato institucional» a los menores allí acogidos ni por parte de la institución, ni de la fundación ni de la empresa que lo gestiona (SIAP). Al mismo tiempo, negaron cualquier tipo de irregularidad a las que se refiere un informe realizado por la Oficina del Defensor del Menor del Govern, y que podrían afectar a la calidad de la atención que se da a los menores.

Con todo, sí reconocieron disfunciones que se han ido solucionando en el último año y que se remontan a cuando el Govern tenía las competencias. En este contexto, tanto el Consell como la fundación exigieron a Javier Barés, responsable de la Oficina de Defensa del Menor, una rectificación y que en todo caso demuestre esas irregularidades a las que se refiere en el informe.

Al mismo tiempo, tanto Sintes como Mateu quisieron dejar claro, en una rueda de prensa urgente convocada ayer por la tarde, que la empresa que gestiona el servicio, el SIAP, dejará de hacerlo a final de este año «porque así estaba previsto desde hace un año y de ninguna de las formas por mala gestión o deficiencias». Expusieron que si existieran irregularidades o «maltrato institucional» la Fiscalía del Menor ya hubiera actuado e incluso el mismo Consell, que es quien tiene las competencias.

Sintes explicó que las disfunciones vienen determinadas por un «modelo no correcto heredado del Govern en que convoquen en un mismo centro menores de 0 a 17 años» y, explicó, «sobre cuyo cambio llevamos trabajando un año, día a día y de una forma intensa el Consell, la fundación y la empresa». A partir del primero de enero de 2001 la gestión de la unidad de diagnóstico socioeducativo pasará al Consell. Además se divide en tres centros, uno para menores de 0 a 13 años y dos para menores de 14 a 17 años diferenciados por sexos.