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El conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, anunció ayer que el Govern intensificará a lo largo del año que viene las acciones para combatir el fraude fiscal a través del establecimiento de un plan propio contra el fraude. Este plan ha estado en vigor durante este año con resultados positivos, según Mesquida. El conseller anunció la puesta en marcha del plan en el transcurso de la comparecencia parlamentaria en la que presentó el presupuesto de su departamento para el año que viene.

Con esta filosofía, el Govern tiene previsto crear unidades específicas de inspección y un nuevo diseño informático de control de las inspecciones. El departamento tributario de la Conselleria dispondrá de 700 millones de pesetas, de los que parte se destinarán a esta lucha contra el fraude fiscal y otra parte a continuar con el plan de modernización de la administración. En esta línea, el conseller insistió en su comparecencia en las deficiencias del sistema informático, que quedaron patentes en los presupuestos para el año que viene, con numerosos errores en uno de los tomos.

A preguntas de la diputada del PP Maria Salom, el conseller d'Hisenda explicó que la Comunitat acumula en estos momentos una deuda por valor de 65.243 millones de pesetas, que se elevarán hasta 69.533 a finales del año que viene como consecuencia de los nuevos préstamos incluidos en los presupuestos. El conseller explicó que, por el momento, el impuesto turístico tan sólo dispone de una partida abierta de 1.000 pesetas. Mesquida reconoció que la Conselleria aún no ha computado los gastos derivados de la aplicación de este impuesto, especialmente en las tareas de inspección, pero remitió a un reglamento que redactará el Govern una vez que la ley sea definitivamente aprobada en el Parlament.