Celestí Alomar discute con el diputado del PP Joan Flaquer en los pasillos del Parlament. Foto: PERE BOTA.

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El conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, defendió ayer la aprobación del impuesto turístico como un acto «de soberanía nacional», en un claro guiño dirigido a UM, partido que no ha ocultado sus recelos a la aprobación de la ecotasa. El conseller realizó tales afirmaciones en el transcurso del debate parlamentario en el que se debatió la enmienda a la totalidad del PP al proyecto de ley. Tras este rechazo, el proyecto de impuesto turístico tiene ya el visto bueno para iniciar su tramitación parlamentaria y lo más probable es que sea aprobado a principios del año que viene.

Durante su intervención en defensa del proyecto de ley, el conseller censuró a los empresarios de las Islas por oponerse de forma radical al impuesto. Para Mesquida, no es lógica la virulencia de los hoteleros contra la ecotasa cuando en otros países no ponen objeciones a pagar los impuestos que marquen los gobiernos, como es el caso de la República Dominicana.

«Si un turista deja de venir a Balears por mil pesetas, que no venga; no queremos este tipo de turismo» afirmó tajante el responsable de las finanzas de la Comunitat. Durante su defensa del proyecto redactado por el Govern, el conseller se mostró convencido de que, si se produce un descenso de turistas, no será a causa del impuesto. «La degradación ambiental y la baja calidad de la oferta pueden ser las causas de la bajada del turismo», aseguró Mesquida.

El conseller añadió que, según la última encuesta turística, la principal queja de quienes pasan sus vacaciones en las Islas es el exceso de turismo y la saturación ambiental. Añadió que la Organización Mundial del Turismo manifestó recientemente su preocupación por el hecho de que zonas como Balears padezcan saturación. Según dijo, esta misma Organización recomendaba implantar tasas turísticas o rebajar la capacidad de alojamiento.