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El president del Govern, Francesc Antich, afirmó ayer, en el transcurso de la conferencia que pronunció en el Institut d'Estudis Ilerdenc que el Ejecutivo que preside «cree en el Estatut, en su estructura institucional, que responde al principio de proximidad que impulsa un federalismo interno adecuado a la realidad de nuestro país». «Un federalismo interno "precisó" que pretende respetar y preservar la identidad de cada isla, y hacer de cada una, parte integrada del proyecto 'País Illes Balears'».

Antich realizó diversas referencias al centralismo, al que definió como «un elemento extraño dentro de nuestra personalidad histórica». «Desde hace un cuarto de siglo, el Estado español vuelve a ser un ámbito donde los nacionalistas y regiones consolidan su autogobierno. Al fin y al cabo, no hacemos otra cosa que retornar a la propia realidad histórica», aseguró. El president del Govern dijo, en la lección inaugural de la apertura del curso 2000-2001 del Institut d'Estudis Ilerdenc, que hoy Balears «son un país bien conocido en Europa como destino de un turismo masivo». «La imagen turística casi siempre esconde al país profundo. Las Balears de sol y playa, existen, que duda cabe, pero las tierras insulares son una realidad mucho más compleja, rica, y ahora, problemática», señaló.

Antich recordó a Josep Meliá y dijo que el malogrado escritor y político, en una obra destinada a definir la personalidad profunda de los isleños, «observó que los mallorquines dividen el mundo en 'Mallorca y fuera de Mallorca'. La isla es la tierra propia, y el mar la enlaza con el resto del mundo». «Un isleño dirá que es mallorquín, menorquín, ibicenco o formenterense, pero nunca lo escucharemos decir: 'soy balear'», dijo Francesc Antich.