TW
0

El aeropuerto de Son Sant Joan se quedó sin suministro eléctrico en sus terminales por espacio de seis horas y media. Hecho éste que resulta incomprensible por varias circunstancias. La primera de ellas es que se trata de unas instalaciones relativamente recientes, por lo que cualquier contingencia debía estar prevista de antemano y, bajo ninguna circunstancia, afectar al normal desarrollo de las actividades aeroportuarias.

Como consecuencia del corte de suministro, no sólo se produjeron retrasos importantísimos, sino que ocho vuelos tuvieron que ser aplazados hasta ayer, con las molestias que ello comporta a los pasajeros, absolutamente innecesarias si las cosas se hacen desde un principio adecuadamente.

Realmente, la situación vivida es absolutamente tercermundista. No es admisible, ni permisible que estas cosas sucedan a las puertas del siglo XXI y en una comunidad moderna que cuenta con la tecnología suficiente y con los medios necesarios para evitar una «chapuza».

Por ello, es preciso que desde AENA se averigüen las circunstancias en las que se produjo el corte de suministro eléctrico, las razones del mismo, y se depuren las responsabilidades que han existido en todo este asunto. Y, lo que es más importante, que se adopten de forma inmediata las medidas necesarias para que en el futuro no se reproduzcan hechos como éste.

Es absolutamente necesario que los responsables de Son Sant Joan asuman que el aeropuerto que gestionan es vital para nuestra Comunitat y que, por tanto, no podemos permitirnos errores de la gravedad de este último. No sólo por la pésima imagen que éstos dan, sino también por las adversidades y perjuicios que tienen que padecer los usuarios, que son los que más sufren las contingencias derivadas de estos graves fallos.