La terminal de pasajeros ofrecía una imagen de aglomeración de viajeros. Foto: JOAN TORRES.

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Entre las 5.45 horas, momento en que se interrumpió el fluido eléctrico, y las 12.30 horas, en que comenzó a restablecerse el suministro, la situación en la terminal de pasajeros fue de caos absoluto. Un total de 760 vuelos y los 100.000 pasajeros previstos para ayer, sábado, se vieron afectados por esta avería, porque tanto los vuelos de llegada como de salida sufrieron retrasos importantes.

El director del aeropuerto de Son Sant Joan, Mariano Menor, explicó que la avería se produjo en las puertas por donde pasa la electricidad, tanto la que procede de la nueva central eléctrica como la del suministro de emergencia que está conectado a la empresa Gas y Electricidad SA (GESA), para hacer funcionar todos los equipos de la terminal de pasajeros.

La avería dejó sin suministro eléctrico únicamente la terminal de pasajeros, durante más de siete horas, ya que en el resto de los servicios en pistas, plataforma y aparcamientos tuvieron electricidad. No fue posible proceder a la facturación y entrega y recogida de equipajes, ya que los ordenadores no funcionaban, así como tampoco las cintas de equipajes, los controles de seguridad, las pantallas de información de vuelos, los paneles informativos, las escaleras mecánicas, los ascensores ni la megafonía. Menor dejó claro que el fallo no se podría atribuir a GESA ni al suministro de emergencia, sino a las barras que distribuyen la energía eléctrica a la nueva terminal de pasajeros.

Por su parte, las compañías charters atribuyeron a un «fallo humano» y no técnico el origen de la avería. Según explicó un portavoz «se produjo un fallo en un cable y los bomberos emplearon agua y no sustancias químicas contra el fuego, lo que cortocircuitó todo el sistema». Las charters, que exigirán una indemnización por daños y perjuicios a AENA, expresaron su malestar por lo ocurrido. La versión de las empresas privadas, no obstante, fue negada de forma rotunda por la dirección de Son Sant Joan.