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La profesión de modista no es una actividad que atraiga en exceso a las jóvenes de hoy. Exceptuando los talleres de corte y confección organizados por particulares, centros culturales u otras asociaciones, encontrar un grupo de modistillas dispuestas a coser para una modista es tarea casi inútil.

En la sede de Unión Nacional de Amas de Casa de Palma imparten clases las profesoras de corte y confección María Benito y Nuria Caules, que imparten clases desde hace quince años.

Ambas señalaron: «Durante este período habrán pasado por aquí más de 50 alumnas. Contrariamente a lo que se pueda pensar, vienen muchas jovencitas a aprender a coser y a cortar para ellas mismas. Si se trata de iniciarse laboralmente como modistillas no suelen acudir. El motivo de que no haya chicas que quieran dedicarse a ser modistas es que las jóvenes de ahora no disponen de tiempo, y si lo tienen, aprovechan para realizar otras actividades como son la informática, idiomas o ir al gimnasio».

María Benito destacó que: «existe un gran oferta de prêt"a"porter que facilita el no tener que ponerse a coser. En las tiendas se hacen los clásicos arreglos, y están a cargo de éstas, modistas o personas que saben coser y que tienen entre los 35 o los 40 años. También se han incorporado a este trabajo inmigrantes provinientes de Sudamérica.