La presidenta del Consell y el presidente del Club de Coches Antiguos de Mallorca dieron ayer la salida. Foto: T.A.

TW
0

El banderazo "por decirlo de algún modo" de salida lo dio la presidenta del CIM "chaqueta a cuadritos y pantalón negro" Maria Antònia Munar, en presencia del presidente del Club de Coches Antiguos de Mallorca, Nicolás Nicolau, tras haber dado cuenta de un exquisito berenar mallorquí en las dependencias del Consell.

Poco a poco, los viejos "pero bellos y maravillosos" cacharros, alineados en la plaza de Cort, donde fueron admirados "y fotografiados también" por cuantos pasaron por allí, la mayoría extranjeros, fueron poniéndose en movimiento, tomando la dirección de Conquistador para enfilar hacia la carretera de Valldemossa, vía Born, Rambla, Camino de Jesús, rotonda del cementerio, Polígono de Can Valero, con la intención de llegar a Valldemossa, primera etapa del recorrido, sin prisas.

Antes de todo, con Nicolás Nicolau, que llegó en, posiblemente, el más veterano de todo los coches, un Loryc fabricado en Mallorca en 1921, estuvimos echando un vistazo a todas aquellas joyas de valor sentimental y material que ponen su precio a la altura de lo inalcanzable, y entre las que encontramos varios Rolls Royce, Hispano Suiza, Pakard, Delage, Ford A, Lincoln, La Salle, Crysler, Buick, Hotchkiss, Hudson, Cadillac, Riley, etc., brillantes, lustrosos, impecables, parte importante de la historia de este siglo, y que sin embargo estaban allí prestos para un recorrido en el que abundaron las curvas, las ascensiones y los descensos, pues tras almorzar en Son Moragues regresaron a Palma por Deià, Port de Sóller y Sóller.