«Un familiar de un enfermo de Alzheimer necesita tener unas horas para sí mismo»

El horario es de ocho de la mañana a ocho de la noche, de lunes a domingo, y se atiende tanto a personas que acuden toda la semana como a aquéllas que sólo acuden algún día o unas horas. La media de personas atendidas en una jornada es de unas diez. «Un centro de día no es una residencia. Las personas que vienen aquí vuelven a su casa a dormir, ven a su familia por la noche. Precisamente la familia no los lleva a una residencia porque no quiere desentenderse de ellos», señala Vadell, que también es auxiliar de geriatría.

«Venir aquí es como ir a pasar un día fuera para no aburrirse. Celebramos los cumpleaños de todos, hacemos fiestas. No todos son enfermos de Alzheimer», señala Vadell, y añade: «El Alzheimer es una enfermedad que en un primer momento pasa desapercibida pero que en poco tiempo progresa mucho. Al principio la familia no es consciente de la gravedad de la misma y cree que su familiar simplemente va perdiendo la memoria debido a su avanzada edad. Es muy importante empezar el tratamiento cuanto antes».

Vadell destaca que «un familiar de un enfermo de Alzheimer necesita tener unas horas para sí mismo, porque si no quien se pone enfermo es el familiar».