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La flota pesquera mallorquina sigue amarrada, un día más, provocando el total desabastecimiento de pescado fresco capturado por estos pesqueros en mercados municipales, pescaderías, supermercados y grandes superficies.

La falta de pescado no ha sido lo único que ha preocupado a los mallorquines. El bloqueo de los depósitos de combustible de CLH por parte de los pescadores y payeses, provocó, ayer por la mañana, que fueran muchos los habitantes de Palma que acudieron a los supermercados y grandes superficies para abastecerse de los productos de primera necesidad ante el temor de no poder adquirir comestibles y productos básicos por problemas de distribución ante la escasez de carburante. Desde las grandes superficies se ha confirmado a éste periódico que ayer se notó un mayor movimiento en la venta de productos básicos, con alguna que otra excepción.

Por otra parte la jornada de ayer, en los mercados de Palma, no se diferenció de días anteriores. La mayoría de los puestos de venta permanecieron cerrados y los pocos detallistas que optaron por abrir lo hicieron vendiendo pescado procedente de la Península y congelados. na de las pescaderas del Mercat de l'Olivar que había optado por abrir su puesto de venta comentaba, ayer a primera hora de la mañana que, «si vienen los pescadores cerraré, pero he preferido abrir a arriesgarme a tener que tirar las más de cien mil pesetas de pescado que tengo compradas desde el pasado domingo procedente de Barcelona».

Las cifras sobre la repercusión de la protesta de los pescadores en los mercados municipales son claras. Si tomamos como ejemplo el mercado del Olivar, que cuenta en la pescadería con más de 130 puestos de venta de pescado de los que ayer, a primera hora, sólo permanecían abiertos unos veinte puestos, se comprende el malestar de los detallistas de venta de pescado. Muchos de ellos llevan una semana sin vender y se encuentran en una situación muy difícil.