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S. CARBONELL/ EFE Los puestos de venta de pescado de los mercados municipales de Palma ofrecían ayer al mediodía una imagen de total desolación. La mayoría de los puestos de venta estaban cerrados o a punto de cerrar. La acción de los «piquetes informativos» integrados por pescadores recorrieron los mercados pidiendo la colaboración de los pescaderos y, en algunos casos, ante la exigencia de que dejaran de vender pescado, se paralizó su venta.

«Los pescadores de Mallorca os pedimos apoyo. Estamos luchando para poder sobrevivir. ¡Hemos tenido que parar nuestras barcas!. ¡Desde hace más de una semana estamos todos amarrados sin pescar!. En ningún puesto de la Isla hay pescado fresco de Mallorca. Debéis saber que el pescado que estáis comprando no es nuestro, es de fuera. Ayúdanos en nuestra lucha», pedían los pescadores de Mallorca a través de unos folletos que fueron repartidos entre los detallistas y los consumidores.

Los piquetes informativos acudieron a los mercados, por la mañana, y por la tarde intentaron hacer lo mismo en las grandes superficies, aunque en algunas, como en el centro comercial de Portopí, no se les dejó entrar, según denunciaron los propios pescadores, en otras los trabajadores apoyaron a los pescadores y cerraron los puestos de venta. «Entiendo que los pescadores nos pidan que no vendamos pescado y que nos solidaricemos con ellos, pero, ¿y ellos, por qué no se solidarizan con nosotros?», comentó una pescadera del Mercat de l'Olivar afirmando, tras haber parado, «personalmente les he pedido que no sólo nos presionen en los mercados, que también vayan a presionar a los puestos de venta de las grandes superficies, que estos días han vendido tranquilamente y sin grandes problemas», manifestó.

Los pescaderos de los mercados del Olivar y Santa Catalina de Palma se comprometieron ayer a no vender pescado fresco importado de la Península, como gesto de solidaridad con la protesta de los pescadores mallorquines.