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La compañía Futura, que ayer celebró en un acto social con la empresa de motores CFM las 500.000 horas de vuelo con su flota, prevé un alza de tarifas aéreas en el verano 2001 de un 11% «como consecuencia directa de la incidencia del incremento del precio del combustible y la cotización del dólar», según su director general adjunto, Román Pané.

En dicho acto estuvieron presentes el director general de Futura, Michael Meagher, y el presidente de CFM, Gerard Laviec, quien apostó por la tecnología para reducir los consumos de combustible en el transporte aéreo.

Futura, propiedad en u 85% de Aer Lingus, inició su actividad en 1989 y opera en la actualidad con una flota compuesta por siete B737-400 y seis B737-800, «esta flota ha conseguido superar las 500.000 horas de vuelo, de ahí el encuentro con la empresa que equipa los motores de los Boeing». Este año tiene previsto transportar unos dos millones de pasajeros, de los cuales 600.000 se contabilizan en Balears, «las previsiones para 2001 no son tan optimistas, dado que la contratación de horas de vuelo se ha ralentizado hasta ver cómo evolucionan los acontecimientos en materia energética y cotización del dólar. Por estos factores, este año se han triplicado los costes, de ahí la reducción de beneficios que registrarán las compañías aéreas».

Como consecuencia de la caída de algunos mercados turísticos, Futura ha visto como en pleno agosto se le cancelarán 200 horas de vuelo, «las cuales no hemos podido reemplazar. El invierno se presenta bien, pero la incógnita a resolver es el próximo verano». Futura, al igual que el resto de compañías, contempla con preocupación el proceso de concentración entre grupos turísticos.