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La totalidad de la oferta de servicios sociales resulta deficitaria en Balears, aunque hay sectores donde las carencias son más importantes por la magnitud del colectivo, como es el caso de las personas mayores. Esta es una de las conclusiones a las que llega el «Informe sobre els serveis socials de les Illes Balears», realizado por el Gabinet d'Estudis Econòmics i Socials de la Obra Social i Cultural de Sa Nostra y presentado ayer.

Lluís Ballester, profesor de Métodos de Investigación de la UIB y coordinador del informe, explicó que todos los sectores a los que atienden los servicios sociales están mal dotados y «no hay planificación pública más que en el sector de infancia y familia». Asimismo, destacó el sector de las personas mayores como uno de los que muestra más déficits y una estructuración no adecuada. Ballester hizo referencia a la necesidad «mejorar la oferta de plazas residenciales, a todas luces insuficiente, sobre todo, la dirigida a usuarios asistidos, y la de otros servicios como la ayuda a domicilio».

Este primer «Informe sobre els serveis socials de les Illes Balears» que se elabora en la comunidad balear realiza un balance valorativo sobre «lo que las instituciones públicas y privadas hacen para afrontar las necesidades sociales» con recursos que rondan los 30.000 millones de pesetas, indicó Ballester, quien señaló que este presupuesto supone, proporcionalmente, la mitad de lo que destina Catalunya a servicios sociales.

El coordinador del informe de Sa Nostra manifestó que, con la elaboración del estudio, se ha constatado que existe un déficit de información. «No hay una estadística oficial sobre los servicios sociales», dijo Ballester. También se constata la necesidad de una reflexión independiente y la diversidad de los sectores a los que van dirigidos los servicios sociales: infancia y familia, personas mayores, personas con discapacidad, personas drogodependientes y colectivos desfavorecidos (inmigrantes extracomunitarios, presos, minorías étnicas y personas sin techo).