Matas critica la improvisación con que se ha realizado la ecotasa

Pese a comulgar con la filosofía que subyace en la plasmación del impuesto turístico, el ex presidente del Govern afirma que «aún siendo la filosofía buena, la finalidad se pervierte. Es un tributo que grava exclusivamente los hoteles, dejando al margen lo que más interesa en este momento en Balears, que es castigar a quienes fuerzan la especulación inmobiliaria». Incide, además, en los aspectos técnicos del cobro de la misma a los residentes, «penaliza a los ciudadanos de Balears a pagar también ese tributo y al turismo de calidad en vez de al de menor calidad». En cuanto a los fallos que él ve comenta que «lo que no se ha hecho ha sido analizar a fondo los efectos de esta política fiscal sobre la economía balear. La realidad hoy es que todos los competidores de Balears se están frotando las manos, y es que el turismo en Balears ha descendido y es el único sitio de España donde cae».

Preguntado sobre si defiende la fiscalidad verde, Matas cree sinceramente que «en España existe mucha desinformación interior y exterior. España tiene muchísimos impuestos medioambientales y ecológicos. Hoy todas las comunidades autónomas cuentan con cánones de saneamiento. Además, actualmente España es el único país de Europa que tiene un impuesto de matriculación que bien podría orientarse hacia una política fiscal selectiva en contra de la adquisición de automóviles». Y en este punto explica que hay que explotar esta vía de actuación, «pero bajo ningún concepto España tiene que permitir que ello le suponga la pérdida de competitividad en los mercados internacionales. A veces la fiscalidad es un obstáculo y otras se utiliza por su finalidad recaudatoria».