El yate salió de Portopí, pasó por delante de Marivent y puso rumbo a Cabrera. Foto: J.T.

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A las once de la mañana en punto, el Rey probó oficialmente el «Fortuna». Minutos antes de esa hora habían subido a bordo los componentes de la tripulación del «Bribón», barco en el que a partir de hoy competirá para ganar la Copa que lleva su nombre.

El nuevo yate real salió silencioso hasta doblar el faro del dique del Oeste emproando hacia Marivent, desde cuya terraza la Reina, el Príncipe de Asturias, la princesa Irene de Grecia y otras dos personas, que no logramos identificar, saludaron al Rey y acompañantes quienes, desde la cubierta superior, donde está ubicado el puente de mando, correspondieron al saludo. Estábamos asistiendo a la primera singladura, digamos, oficial, con el Rey a bordo, o mejor a los mandos de este fórmula uno marinero, que ponía rumbo hacia Cabrera.

El «Fortuna» regresó, al parecer en buenas condiciones, de aguas de Cabrera casi a medianoche (a las 23'26 entraba en la estación marítima de Portopí) bastante después de que lo hiciera el príncipe don Felipe a bordo del «Aifos», con el que había entrenado y el «Fram XIV», con Harald de Noruega, que había estado haciendo lo mismo, pues, repetimos, hoy da comienzo la Copa del Rey y, como la cosa irá en serio, hay que tenerlo todo a punto.