El Rey, saludando a su competidor: el príncipe Felipe. FOTO: JULIÁN AGUIRRE.

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Segundo día de la regata Breitling en Puerto Portals con un espectador de excepción: el pequeño Juan Valentín Urdangarín, que se hizo a la mar junto a su madre, la infanta Cristina y su abuela, la Reina, en la lancha «Llamp». A pesar de su tierna edad, el chiquitín parecía hacer gestos de saludo con su mano.

La regata había empezado horas antes en el pantalán, a rebosar de regatistas, gente famosa, cámaras de televisión, periodistas y algún que otro curioso. El Rey fue, como cada día, uno de los grandes protagonistas de la jornada: con la naturalidad que le caracteriza invitó al regatista Marc Gené, que participa en el barco de La Casera, a ir en el Bribón: «Vente con nosotros, hombre», le dijo entre risas. De todas maneras, el Rey demostró mantenerse en una envidiable forma física, porque tropezó pero equilibró enseguida su cuerpo sin llegar, ni mucho menos, a tocar el suelo en ningún momento.

Además de los presentes ayer, la Familia Real tuvo ayer una nueva incorporación: la de María Zurita, hija de los duques de Soria, que forma parte de la tripulación del Siemens. Alvaro de Marichalar también se dejó ver por el pantalán, pero a él no le va mucho la vela: después de saludar a todo el mundo se hizo a la mar con su moto acuática y su traje de neopreno. Tampoco se perdieron ese día tan caluroso y con escaso viento los recién casados Alejo Martínez-Bordiu y Patricia Carulla.

La sorpresa del día se produjo en cuanto llegó la infanta Cristina con su hijo, que se convirtió en blanco de todas las miradas fotográficas y no fotográficas. La Infanta debía mirar con envidia a los participantes: éste es el segundo año que no está en competición puesto que el año pasado también estaba embarazada.