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El aumento de las enfermedades del corazón, debido en gran medida a la prolongación de la esperanza de vida, ha traído consigo un mayor número de enfermos pendientes de una intervención quirúrgica. En los últimos años el número de pacientes intervenidos por la Policlínica Miramar "que tiene concertado el servicio con el Insalud" se ha incrementado de forma vertiginosa y si ello no fuera suficiente, desde que, hace apenas un mes, se pusiera en marcha el plan de choque del Ministerio de Sanidad para reducir las listas de espera, se ha disparado el número de personas pendientes de una operación de corazón.

El haber agilizado las pruebas diagnósticas en Son Dureta ha provocado un incremento del número de pacientes remitidos a la Policlínica Miramar para ser operados. Extremo éste que ya expuso a este diario el doctor Oriol Bonnín, responsable del Servicio de Cirugía Cardíaca del citado hospital. Bonnín reconocía que se está trabajando a destajo y que nunca había habido tantos pacientes esperando una operación de corazón (alrededor de un centenar). Cada día se opera a cuatro personas, siendo en estos momentos insuficiente para evitar una lista de espera que por primera vez se acerca a los dos meses.

Esta situación hace necesario, según fuentes consultadas, que el Insalud abra el concierto de cirugía cardíaca a otros centros homologados, como es el caso de la Clínica Rotger. Entre tanto, Son Dureta reclama desde hace años la puesta en marcha de este servicio. En estos momentos, todos los recursos son necesarios en las Islas para hacer frente a la cirugía cardíaca, servicio con una demanda creciente y con uno de los mayores potenciales de crecimiento debido a la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares entre la población y el aumento de la esperanza de vida. Al respecto, el Régimen Especial de las Illes Balears contempla la petición al Insalud de abordar la cirugía cardíaca.