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CARLES M. CANALS
A razones ya conocidas como el retraso de las obras, los accesos o la falta de un gerente que agilice los trámites de la puesta en funcionamiento del Hospital General Son Llàtzer se suman ahora los problemas de abastecimiento de consumo energético al futuro hospital comarcal. Y es que si ya de por sí los problemas energéticos en Mallorca son muchos, la puesta en marcha de Son Llàtzer castigará aún más a la maltrecha red eléctrica.

Fuentes fiables apuntan a que este consumo de energía se acercará a los tres megavatios y pese a que no es considerada excesiva por los especialistas sí hay que señalar para que sirva a modo de ejemplo que la futura estación eólica de Menorca generará 3'5 megavatios y que las cuatro nuevas turbinas de gas en Son Reus garantizarán la producción de 36'8 megavatios cada una. Esta situación se verá modificada cuando el abastecimiento de gas natural a Balears quede resuleto "ya sea por gaseoducto o transportado en barco" pero esta circunstancia, todavía por aclarar, retrasará aún más la puesta en funcionamiento del Hospital General Son Llàtzer.

Parece ser que la única opción posible para avanzar el proyecto energético del hospital pasa por el establecimiento de cogeneradores (de gas y de gasoil), de manera que durante los años que resten hasta la llegada del gas a Mallorca (se calcula que ello ocurrirá en 2003) no imposibiliten la puesta en marcha del hospital. Pero este hecho supone una nueva jugarreta, según las fuentes consultadas. Si el director territorial del Insalud, Javier Rodrigo de Santos, decide ignorar esta decisión del plan energético de Balears y recurre al consumo eléctrico directo, éste no puede ser garantizado en la actualidad, como han demostrado las sucesivas paradas en las centrales sobrecargadas de GESA durante los últimos meses.