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Mientras por la mañana la falta de incidentes reseñables fue la nota más destacada de la nueva jornada de huelga llevada a cabo por los taxistas de Palma, por la tarde las cosas se complicaron y se vivieron momentos de fuerte tensión. El motivo de la huelga es el decreto que permite cargar clientes a los taxistas de la Part Forana siempre y cuando hayan contratado el servicio previamente.

Los incidentes surgieron a las seis de la tarde, cuando un taxi de Santanyí quiso cargar dos clientes mayores en el aeropuerto de Palma. Los taxistas de Palma impidieron que pudiera cargarlos y ellos mismos "en dos taxis, uno de ellos con los clientes y el otro con taxistas" acompañaron a estas personas hasta su destino. Una vez en Santanyí, dichos taxistas fueron rodeados, insultados y amenazados por ocho taxistas de la localidad. El incidente no llegó a mayores, pero se saldó con denuncias por amenazas de los taxistas de Palma en el cuartel de la Guardia Civil de Santanyí. Diversos taxistas de Palma acudieron en apoyo de sus compañeros, pero al llegar a Santanyí los incidentes ya habían concluido.

Por otra parte, los turistas afectados por los paros de cuatro horas de la mañana y de la tarde se tomaron con resignación las esperas de un taxi que les llevara a su destino. Las colas de turistas esperando su traslado fueron creciendo conforme pasaban las horas, hasta el punto de que al final de cada uno de los paros se llegaron a concentrar varios cientos de personas.