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El escritor y ex vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez (1942), pronuncia esta tarde una conferencia, en Sa Nostra, dentro del ciclo Literatura Iberoamericana. «La novela Margarita, esta linda la mar, ganadora del premio Alfaguara de 1998, la terminé en Pollença», señaló, y añadió: «He regresado otra vez, siempre en busca de los pasos de Rubén Darío, investigando su vida, y preparándome para otra novela donde él también será, de alguna manera, protagonista».

El año pasado se cumplieron veinte años del triunfo de la Revolución Sandinista, y con tal motivo Ramírez publicó un libro de memorias con el título Adiós muchachos. «Yo juzgo la revolución como un hecho valioso del siglo XX, muy olvidado hoy en día, a pesar de toda la solidaridad que entonces despertó. Pero también critico la venta barata que se hizo de los valores éticos, pues cuando éstos se perdieron vino un gran desmoronamiento y la revolución se hundió, y se hundió en la memoria también».

En cuanto al papel que juega ahora Estados Unidos en su país, Ramírez señaló: «Hoy ya no hay una intervención militar, pero sí una intervención financiera. Nicaragua es un país intervenido en términos económicos. Los ministerios de finanzas de los países de Latinoamérica 'están' ahora en Washington».

De todas formas, Ramírez se muestra esperanzado ante el futuro: «El fenómeno democrático es muy reciente en América Latina. El gran secreto de la gobernabilidad democrática es cuando las instituciones llegan a ser más fuertes que los individuos, y a ello hemos de aspirar». En cuanto a la globalización señaló: «Tiene ventajas, especialmente en el terreno de las telecomunicaciones».