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El Govern ha realizado un contrato indefinido a Joan Font, el ex concejal de Esquerra Unida en el Ajuntament de Palma que tuvo que dimitir por cometer una grave infracción urbanística en el municipio de Marratxí. Font ha sido contratado como gerente de la Xarxa d'Instalaciones de les Illes Balears (XIB) y percibe un sueldo anual de 7'3 millones de pesetas. El nombramiento, según la información facilitada recientemente por la Conselleria de Benestar Social al Parlament a petición del PP, se produjo en el pasado mes de octubre, pero el Govern no lo había hecho público hasta hace unas semanas.

El conseller de Treball, Eberhard Grosske, justificó a este periódico que Joan Font tiene un contrato de alta dirección, como el resto de gerentes de las empresas públicas del Govern. Este contrato permitirá a Font recibir una indemnización de 20 días por año trabajado cuando se produzca su relevo "en caso de cambio de color político en el Govern" al frente de la Xarxa d'Instalacions de les Illes Balears. «El cese para este tipo de cargos siempre es procedente», argumentó Grosske, responsable político cuando se produjo el nombramiento Font. Desde hace unos meses Font está a las órdenes de la consellera de Benestar Social, Fernanda Caro, perteneciente también a Esquerra Unida.

La carrera política de Font se vió salpicada la pasada legislatura cuando se tuvo conocimiento de que había sido expedientado por el Ajuntament de Marratxí por realizar unas obras sin licencia en su casa. En ese momento Font era portavoz de Esquerra Unida en Cort, y la formación de izquierdas abrió una investigación interna para conocer todos los detalles de la sanción que le había sido impuesta a su militante. Font, que antes de presentarse como candidato de EU a Cort presidía la Federació de Associació de Veïns de Palma, presentó su dimisión como portavoz, aunque su formación política siempre defendió su actuación. Por este motivo, el PP ha echado en cara en numerosas ocasiones a Grosske que quisiese dar lecciones de ética cuando en su propio partido había tenido que forzar la dimisión de un concejal por cometer una infracción urbanística. Font recibió una fuerte multa del Ajuntament de Marratxí.