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L. TERRASA Un total de 143'5 kilos de sardina de talla inferior a la mínima autorizada fueron intervenidos ayer por tres inspectores de la Conselleria d'Agricultura i Pesca que realizaban un control habitual en la Llotja d'es Peix. Las cajas con la captura ilegal fueron descubiertas en un garaje fuera del recinto oficial de venta de la Llotja, con lo que se ha incurrido en una doble infracción: venta en establecimiento no autorizado y captura de piezas de talla inferior a 11 centímetros "oscilan entre 7 y 9". La sanción, por falta grave, puede alcanzar los diez millones de pesetas, según informó la Conselleria d'Agricultura.

Al parecer, un grupo de personas intentó impedir la incautación de las cajas de sardina pequeña, lo que provocó momentos de tensión que obligaron a intervenir a los efectivos de la Guardia Civil del Mar que cubrían la guardia hasta las ocho de la mañana. La Guardia Civil del Mar se encarga también de buscar el barco que realizó la captura ilegal. Agricultura insiste en la necesidad de aplicar con rigor la normativa ministerial que prohíbe las capturas de alevines.

Tras la incautación de las sardinas pequeñas, los servicios veterinarios analizaron el contenido de las cajas, que luego fue distribuido a centros de beneficencia. Por su parte, Vicente Garau, coordinador y portavoz del sector del cerco de la Cofradía de Pescadores de Palma, criticó que el Govern no haya elaborado aún un plan de pesca específico para las Islas en el que se recojan las peculiaridades de las especies de Balears, en lo que hace referencia a las tallas, edades y periodos de cría, dado que las normativas que se aplican «han llevado al sector a una total ruina».