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En una tierra que muchos creían que no era de nadie, surgió un propietario que decidió vallarla. Aquello convirtióse en un gran acontecimiento que llamó particularmente la atención a Carlos Oliver "de Can Maneu" que, junto a Andrés Bordoy, empresario del Salón Rialto, habló con el propietario del solar, el médico Giménez y Oliveros, para que cediera parte del terreno para construir un balneario. El 29 de septiembre de 1939, varias personas se reunieron en la finca de s'Aigo Dolça, cercana a Son Alegre, para fundar un club de natación necesario en Palma ya que, aunque existía una piscina privada en la Ciudad Jardín, las competiciones organizadas por los clubes España y Regatas se realizaban en las aguas del puerto de Palma.En la piscina del CN Palma consiguieron títulos relevantes Carmen Guardia, Alfredo Sostre, Linita Bestard, Neta y Paco Massanet, Quico Cerdó, Miet Barceló, Tomeu Payeras, Cotito Ramírez, Rafael Escalas o Irma Carmona, entre otros.

Para muchos, lo que s'Aigo Dolça tenía de entrañable eran aquellas veladas junto a la piscina en donde la «flor y nata» de Palma se daba cita para escuchar la música del pick up y bailar pegados. Las instalaciones albergaban restaurante, piscina, lugar de atracciones, cine al aire libre y espacio para verbenas. El paraje que les mostramos, en esta fotografía tomada por Planas Montanyà en la década de los cincuenta, es el de aquel ya mítico establecimiento de baños.

Hubo un tiempo en que existía una sección para hombres, otra para mujeres y otra destinada a familias. Ésta última disponía de playa artificial para que los niños pudieran bañarse sin problemas. Aunque fue un lugar al que acudía la «gente bien» de Palma, se decidió no colocar el cartelito de «prohibido el derecho de admisión» en el balneario del que hoy nos ocupamos y que, como todo lo que fue objeto de hermosos recuerdos, ha desaparecido de nuestra geografía cotidiana.