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Las nuevas tecnologías y la globalización son para el presidente de la Caja de Ahorros de Balears Sa Nostra, Miquel Capellà, una de las cuestiones prioritarias para el mundo empresarial y la banca. Estos temas serán analizados este jueves por el presidente de honor de la Fundación BBVA, José Àngel Sánchez Asiaín, en la conferencia que impartirá en el Club Última Hora sobre «El reto tecnológico» en el salón de actos del BBVA de la calle San Miguel, a las 20 horas, en el que el propio Capellà será el encargado de presentar al conferenciante.

"¿Qué impacto van a tener las nuevas tecnologías?
"Hay en estos momentos varios fenómenos que se están cruzando, ya que las nuevas tecnologías tienen que ver con la globalización y con lo que se ha dado en llamar la nueva economía. Se asemeja mucho a una revolución industrial, aunque unida a un concepto como el desarrollo sostenible sabiendo en todo momento qué es lo que hay que hacer en materia social, económica y medioambiental, hablando de forma global de cada uno de estos fenómenos.

"¿Qué tipo de controles deben imperar para evitar que los problemas se globalicen?
" No sólo el desarrollo debe ser sostenible, sino que también la globalización debe hacerse sostenible. Hace tres años hubiera parecido impensable pensar sobre avances que se han producido durante este período. No sólo hay un proceso que avanza rapidisimamente, que es lo que llamamos especificamente nuevas tecnologías, sino que además hay un proceso de cambio con mutación de conceptos que transcurre de forma paralela a estas tecnologías. La globalización de hoy no tiene nada que ver con lo que se entendía hace tres o cuatro años.

"¿La banca y la empresa cómo tienen que actuar ante este nuevo panorama?
"La banca tiene una gran ventaja para afrontar los nuevos avances tecnológicos por disponer de más medios y recursos, pero tiene también la misión de adaptarse como cualquier otra empresa a estos retos y contribuir a que las empresas, sus clientes, también se adapten a este nuevo reto, por lo que tiene que transferir la información y conocimientos que tengan y, además, poner a disposición de los clientes los medios para afrontar este reto. Pero hay un matiz que condiciona todo esto: la nueva economía no se puede afrontar con una mentalidad anticuada. Las empresas están asumiendo bien este fenómeno y en general hay conciencia de la necesidad y voluntad de adaptación a las nuevas tecnologías.