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La Conselleria de Sanitat i Consum ha detectado el uso de aguas descalcificadas y destiladas en las cafeteras de los bares en lo que es una práctica fraudulenta en cuanto que estas aguas no han pasado los oportunos controles sanitarios. El uso de este tipo de aguas tiene su explicación en que alargan la vida de las cafeteras al no contener la cal que va deteriorando los mecanismos internos.

Josep Pomar, director general de Sanitat de Govern, manifestó que les consta del uso de estas aguas con tal fin y que, al respecto, realizarán ahora un sondeo con toma de muestras para saber si esta práctica es frecuente. En función de este muestreo emprenderán las oportunas inspecciones y la apertura de los expedientes sancionadores que sean necesarios. Si bien no supone riesgo para la salud, Pomar sí pone de manifiesto que es una práctica fraudulenta y que el agua que debe emplearse debe ser «directamente del grifo o embotellada con el respectivo registro sanitario».

El director general de Sanitat recordó que no se puede usar agua cogida de una fuente o proveniente de ellas (de forma directa o a través de intermediarios) sin que haya pasado los controles sanitarios respectivos, recordando que aunque sea potable y pueda hacerse servir para consumo propio, no puede utilizarse de cara al público aunque sea sólo para hacer un café. La Conselleria de Sanitat i Consum ha tenido constancia de estas prácticas irregulares a través de denuncias de particulares y de los propios inspectores que han detectado en sus inspecciones rutinarias a bares y cafeterías el trasiego de bombonas de agua.