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El equipo de investigación del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats y la UIB presentaron ayer los resultados del análisis de información genética obtenida del DNA del Myotragus balearicus. Las muestras se han conseguido a partir del análisis de dientes y huesos del bóvido que evolucionó en condiciones de aislamiento en Balears desde el Mioceno (hace 5'35 millones de años) hasta su extinción calculada entre hace 4.000 y 5.500 años. Según el doctor Antoni Alcover, investigador de IMEDEA, y el doctor Carles Lazuela-Fox, del Laboratori d'Antropologia de la Universitat de Barcelona, en el estudio realizado se ha ampliado y secuenciado por primera vez un fragmento de 95 parejas de bases de DNA de Myotragus, a partir de materiales con 6.600 años de antigüedad provenientes del yacimiento de la Cova Estreta, en Pollença. Los controles experimentales realizados abonan la autenticidad de la secuencia de DNA obtenida en uno de los casos más antiguos. Asimismo, es la primera vez que se efectúa en un artiodáctilo que vivió en un ambiente mediterráneo. La comparación con el ADN de sus presuntos parientes sugiere que el Myotragus se relaciona con un pequeño número de especies. Así, según Alcover, parece estar vinculado con los táquinos, Budosrcas taxicolor (unos cápridos primitivos). No obstante, precisó Lazuela-Fox, todavía no se puede establecer definitivamente su posición filogenética, debido a la falta de resolución del estudio molecular llevado a cabo, lo que se puede atribuir a que el fragmento obtenido de DNA es muy corto. En la investigación han participado los laboratorios de Barcelona, Cambridge (Gran Bretaña) y Otago (N. Zelanda).