El inicio de las obras para desmantelar los gasómetros de Son Molinas causó expectación entre los vecinos del Polígono de Llevant. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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Gas y Electricidad "GESA" inició ayer las obras de desmantelamiento de los gasómetros ubicados en Son Molinas, tal y cómo anunció la empresa una vez finalizada la etapa del cambio de gas (aire propanado). «Con esta actuación mejoraremos el entorno ambiental de una zona en la que el crecimiento vegetativo de Palma acercó los edificios a nuestras instalaciones, lo que en estos momentos es una demanda social», señaló el portavoz.

El cambio que empezó a experimentar la zona inmediatamente después de que los técnicos iniciaran las labores de desmontaje de los gasómetros, fue radical y causó gran expectación entre los vecinos del polígono de Llevant, acostumbrados durante años a observar la gruesa silueta de los gasómetros. La primera consecuencia de esa decisión, según explicó un directivo de la compañía, es la «mejora del entorno medioambiental de una zona palmesana de gran aumento vegetativo». GESA reiteró que Son Molinas sólo dejará los edificios necesarios para que el personal pueda ejercer la actividad de distribución.

GESA, asimismo, está complementando el desmantelamiento de Son Molinas con la puesta en marcha de la central eléctrica de Son Reus, que a partir de julio albergará las cuatro turbinas de gas, con una potencia de 36'8 kilovatios cada una. Las turbinas, que reforzarán la producción eléctrica en temporada alta, fueron construidas en Francia y pesan 90 toneladas cada una.

Además de esas dos grandes proyectos, GESA también concede una gran importancia al cambio de gas en Mallorca, que ya ha afectado a casi 70.000 clientes en Palma.