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La princesa Diana de Francia celebró durante este fin de semana su fiesta de sesenta aniversario en el castillo de Altshausen, donde reside habitualmente con su esposo, el duque Karl de Wütemberg. El bello castillo familiar fue un escenario perfecto para unos festejos inolvidables en los que la duquesa, que pasa largas temporadas en Esporles dedicada a una de sus grandes aficiones, la escultura, estuvo rodeada de sus hijos, nietos, parientes y amigos más íntimos.

Entre los numerosos actos que se programaron "almuerzos, recepciones y cócteles" cabe destacar un llamativo lasser-show y un muy colorista espectáculo folclórico con que sorprendieron a la princesa sus hijos. En él, participaron, con sus músicas y sus danzas, grupos de todos los países en que ha residido la duquesa: Brasil, Marruecos, España, Portugal y Francia.

Entre las personalidades invitadas cabe destacar al rey Juan Carlos, que es el padrino de Fleur, la hija pequeña de los duques de Wütemberg. No faltaron amigos mallorquines como Joana Walker, presidenta del Club Elsa, cuya presidencia honorífica ostenta la princesa; el pintor José Bascones, que obsequió a la duquesa con un retrato del duque realizado especialmente para esta ocasión, y Margalida Magraner. La princesa, que siempre ha dado sobradas muestras de altruismo, quiso que el pueblo de Altshausen, de cerca de diez mil habitantes, también participase de su alegría, programando varios actos para todos los vecinos.