Gran parte del sector agrícola vive estos días pendiente de las condiciones meteorológicas, ya que, si no llueve en las próximas semanas, la cosecha de este año puede ser desastrosa y provocar pérdidas millonarias.

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El déficit acumulado de lluvias ha provocado que parte del sector agrícola de Balears, concretamente los productores de cereales y forraje, hayan perdido en el último año unos 900 millones de pesetas, según afirmó ayer el conseller d'Agricultura, Joan Mayol, en el Parlament tras una pregunta del Partido Popular.

Estas pérdidas equivalen a un descenso de la cosecha que, en el caso de los cereales, se cifró en un 40 por ciento (22.000 toneladas menos) y, en el caso del forraje, se acercó al 50 por ciento de la producción habitual (150.000 toneladas menos). Así las cosas, y según el sector, las pérdidas para este año pueden ser millonarias si no llueve en las próximas semanas, toda vez que en el llamado año agrícola, de 15 de septiembre a 15 de septiembre, hay un déficit de lluvias del 74 por ciento, mientras que en el año natural el déficit de precipitaciones se eleva al 56 por ciento. Esta crítica situación y «este invierno seco» ha supuesto que la sequía tenga un «carácter irreversible» para determinadas tierras, en las que se perderán las cosechas, comentó el conseller.

Los más apocalípticos ya hablan de que la cosecha de cereal y alfalfa de este año se perderá por completo aunque caigan las ansiadas lluvias, puesto que, aseguran, la tierra está tan seca que no filtrara el agua que pueda caer.

Sin embargo, la falta de precipitaciones no ha afectado de la misma forma a todos los cultivos. Si los más perjudicados han sido los anteriormente citados, hubo otros, como las viñas, productos hortifrutícolas o la almendra, que han tenido excelentes cosechas.