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Balears es una de la comunidades con más incidencia en la población de procesos alérgicos, según confirmaron varios expertos en la materia a este diario.

La características climatológicas de las Islas y, sobre todo, la excesiva humedad son factores que favorecen la aparición en las personas de los síntomas de rinoconjuntivitis y asma, muy comunes en esta época debido a la aparición del temido polen especialmente, según aseguran Felipe Nicolau y Joana María Román, el del olivo, pino, gramíneas como el trigo, arbustos como la parietaria judaica (muy presente en nuestro ecosistema) y malas hierbas.

La alergia es una enfermedad genética que, según Alvaro Agustí, Jefe del Servicio de Neumología del hospital de Son Dureta, es una respuesta excesiva del cuerpo humano a un agente externo. Para el experto existe un cierto desconocimiento del tema ya que se suele asociar erroneamente el asma con la alergia «cuando en realidad, señala, son procesos diferentes. No todos los asmáticos son alérgicos aunque la mayoría de alérgicos presentan procesos asmáticos».

En lo que respecta a la incidencia, según el doctor Nicolau, la alergia afecta a un sector de población que oscila entre el 7 y el 10 por ciento, destacando, asimismo, que la proporción se incrementa año tras año.

En un principio esta enfermedad afecta a todo tipo de personas pero también es cierto, coinciden Nicolau y la doctora Román, que la alergia se manifiesta más en aquellos individuos cuyos padres han sufrido procesos alérgicos, viven en zonas de gran humedad y son jóvenes.

Esta última circunstancia se justifica por el hecho demostrado que hace que algunos pacientes muestren menos síntomas a medida que se van haciendo mayores. Las épocas «puntas» de las alergias suelen variar, en marzo, y hasta final de primavera, destacan por su incidencia las derivadas del polen, también llamadas vulgarmente «fiebres del heno», mientras que en otoño y verano destacan las reacciones al polvo y a sus ácaros. Los síntomas de la alergia primaveral, estornudos, moqueo, tos, picor en garganta, nariz y ojos, irritación cutánea y, en menor medida, asma, se manifiestan más en la Isla debido al efecto del viento y a la falta de lluvia que asiente el polen.