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En víspera de Día del Padre "domingo, 19" en todos los colegios de primaria de la Isla "y seguramente de la Comunitat", y en la clase de manualidades de los más pequeños, se estarán realizando trabajos con los que felicitar a papá en día tan señalado. ¿Qué trabajos son esos...? Desde ceniceros, a portalápices, pasando por tarjetas de felicitación, portaretratos, decoración de cajas para guardar hilos o cigarros, etc., regalos hechos con cariño e ilusión, hechos a mano, de forma artesanal, que pueden quedar mejor o peor, pero que papá, que se enternecerá al recibirlo, lo agradecerá infinitamente, porque... ¡Jo, qué bonito!, dirá. Además, lo ha hecho él solito, se dirá para sus adentros, muy orgulloso, viendo qué artista tiene en casa. No se debe olvidar que en el Día del Padre "y de la Madre también" el regalo convencional da paso al manual, cosa que agradecen los progenitores, ¡no lo duden que lo agradecerán! Mucho más que al recibir la tradicional corbata -¿¡¡otra!!?- que suele caer año tras año, indistintamente, en días como esos.

En Colegio Lladó del Coll den Rabassa es uno de esos centros en los que, en los cursos de los más pequeños, se trabaja en estos días en la elaboración del regalo para el Día del Padre. Nos contaban las maestras que han sido los críos, de forma democrática, los que han sugerido ideas a realizar para, posteriormente, seleccionar aquellas que han considerado mejores. En este caso, dos: una tarjeta y un sol, que a partir de ahí, tras haberse hecho con todos los materiales necesarios, cada cual ha elaborado y decorado a su aire, ¡hombre! siempre partiendo de una idea.

En este caso, todo ha comenzado seleccionando los colores, cortando la cartulina, recortando los papelitos que colocarán en un plato, preparando el pegamento, escribiendo a lápiz las letras que luego serán repasadas con rotuladores... Todo se hace sin prisas, puesto que se tiene que hacer bien, y cómo surja alguna duda... pues hay que preguntar a la profesora que no pierde de vista cuanto sucede sobre las mesas.