Julio Reigadas se ha ganado la vida yendo de feria en feria y ha escrito un libro sobre ello.

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Ahí donde los ven, son autores en busca de alguien que les dé a conocer su obra. El más mayor se llama Julio Reigadas Lastra, nacido en Santander, aunque residente en El Molinar de Palma, feriante y en la actualidad jubilado. El más joven atiende por Ramón Tornero Navalón y es cocinero de un hotel de la Platja de Palma.

Días atrás Julio nos envió a la redacción su novela, «Jubilado 2000», con el ruego de que la leyéramos. A los pocos días nos presentamos en su casa para conocerle y comentar con él, de paso, su obra, una historia de un jubilado a quien su mujer pretende envenenar.

La historia que cuenta Julio es hermosa, al menos hasta donde yo he llegado. En su relato va y viene, desentierra recuerdos y compara tiempos pasados con actuales. «Los jóvenes de hoy piensan de forma distinta de los viejos a como pensamos nosotros de ellos en nuestra juventud». Opina Julio que los políticos deberían apoyar más a los jubilados y que algunos centros de tercera edad no son lo que aparentan. Al menos él no ha tenido una experiencia buena, por lo que se borró de uno de ellos.

Ramón Tornero es el autor de un guión cinematográfico, «Los tontos se espabilan», basado también en experiencias propias. Son historias paralelas de la mili y de la mujer reivindicando derechos. «Lo de la mili me pasó a mí... No todo lo que cuento "aclara", pero sí bastante. Lo de la mujer lo he pillado leyendo los periódicos».

La película, o mejor, el guión, comienza cuando a uno le llaman a la filas y, gracias al trucaje del ordenador, va otro por él. A partir de ahí se suceden una serie de aventuras, que se entremezclan con otras de mujeres.

Tanto a Julio como Ramón les deseo lo mejor, pero sobre todo que encuentren a esa persona que pueda trasladar a la mayoría su obra.