Son Dureta establece un turno nocturno de radioterapia para hacer frente a la demanda

Como consecuencia de esta avería, Son Dureta tuvo que recurrir a un convenio de emergencia con la Policlínica Miramar para que asumiera a los enfermos bajo tratamiento de radioterapia más urgentes y que no podían cesar sus sesiones. Al mismo tiempo a otros pacientes se les pasó a la bomba de cobalto (otra técnica alternativa para combatir los tumores) y, a los menos se les interrumpió el proceso sin que ello supusiera ningún tipo de riesgo. En un momento dado, la situación fue tan crítica (los técnicos no daban con el fallo) que se estudió la posibilidad de enviar a estos enfermos a la Península para someterse a la radioterapia, pero no fue necesario.

Esta inoperatividad del acelerador lineal durante dos semanas provocó una lista de espera de pacientes sometidos a radioterapia o que tenían que comenzar el proceso. Ante esta situación, Son Dureta, con el respaldo del servicio de radiología, decidió la puesta en marcha de un tercer turno extraordinario nocturno (durante toda la noche) y que según explicaban fuentes del citado centro sanitario cesará este jueves después de que la situación se haya normalizado y se haya absorbido la lista de espera existente.

Sin embargo, durante este tiempo los enfermos (una treintena) han tenido que acudir a horas intempestivas al hospital (a la una de la madrugada, a las dos, a las cinco, a las seis...) para someterse a sesiones de radioterapia con las molestias que ello supone, máxime si se tiene en cuenta que estos pacientes son extremadamente sensibles por su enfermedad (cáncer). Una ambulancia se encarga de recoger a los enfermos, llevarlos al hospital y devolverlos a su casa.