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Con gran emoción y animación entre los más de trescientos asistentes a las pruebas, ayer se disputaron en la finca de Son Rossinyol, próxima al hipódromo de Son Pardo, las siete carreras correspondientes a las semifinales de la competición equina denominada Sa Cursa des Cós.

A lomos de Truji, Cristina Avilés, representante de Santa Margalida, obtuvo, con un tiempo de 46'07 segundos, la mejor vía entre los 32 jinetes participantes en la prueba, lo que le permitirá estar entre los cinco caballistas que, pasado mañana, disputarán la gran final en el mismo escenario de Son Rossinyol. Junto a ella estarán José Bauzá, de Sant Joan (46'10); Juan Rigo, de Manacor (46'12); Antonio Melià, de Maó (47'08), y José Batle, de Sa Pobla (47'15), para disputarse el premio de 1.100.000 pesetas que se concederá al jinete y caballo ganadores de la final. El mismo miércoles competirán por el segundo premio, de 120.000 pesetas, Bernat Ramón, de Costitx (47'19); Eduardo Sánchez, de Son Servera (48'05); Nicolau Gelabert, de Alcúdia (48'19); Simón Pérez, de Capdepera (48'24), y Miguel Gelabert, de Manacor (49'16), que ayer obtuvieron los cinco segundos mejores tiempos en las siete carreras, logrando su pase a la prueba de consolación.

El buen tiempo acompañó en todo el momento el desarrollo de las siete carreras, que, con una participación variable entre cuatro y cinco caballos en cada una de ellas, resultaron muy disputadas y seguidas con gran emoción por el público presente en las gradas.

Mucho antes de que dieran comienzo las carreras, a las diez y media de la mañana, jinetes y caballos descendían de sus remolques y camionetas para tantear el terreno del predio de Son Rossinyol. Media hora antes de iniciarse la prueba, un equipo de veterinarios sometió a los caballos al preceptivo control sanitario previo a su participación en las carreras. Una vez concluido el chequeo, los jinetes procedieron a recoger sus respectivas blusas blancas y los dorsales que les acreditaban como representantes de diversos municipios de Mallorca, Menorca y Eivissa.

Con salidas al trote a intervalos de apenas diez minutos entre cada una de ellas, frecuencia que dio gran agilidad a la competición, jinetes y caballos se entregaron al máximo para alcanzar los primeros la línea de meta tras realizar un recorrido de novecientos metros.