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El Govern tiene la intención de aprobar de manera inmediata las medidas para contener el exceso de construcción en suelo rústico, según se lo hizo saber el president del Govern, Francesc Antich, a los representantes del GOB, a quienes recibió ayer en el Consolat de la Mar.

Antich no quiso explicar a los representantes de la organización ecologista en qué consistirán las medidas concretas para frenar el crecimiento en este tipo de suelo. Sin embargo, los miembros de la organización ecologista reclamaron al president que adopte medidas «duras» a la vista de que la situación actual es insostenible, según explicó el presidente del GOB, Joan Rita, al término del encuentro. Las propuestas que formuló el GOB al president del Govern pasan tanto por reducir la cantidad de suelo urbano que existe en la actualidad, a través de desclasificación de suelo urbano, como por la reducción del ritmo en la concesión de licencias, es decir, un modelo de «cupos» parecido al que ha aplicado el Ajuntament de Calvià en su municipio.

«No nos ha anunciado sobre qué medidas están trabajando y nos alegramos de esta prudencia», afirmó el portavoz del GOB, Miquel Angel March, al término de la reunión. El portavoz de la organización aseguró que lo que debe hacer el Govern es actuar, en lugar de anunciar. March afirmó que la reunión había sido «amable y distendida» y añadió que en el encuentro se había hecho un análisis detallado del problema. El portavoz de los ecologistas aseguró que el exceso de crecimiento está teniendo unas consecuencias ambientales gravísimas en materia de agua y de energía, por lo que es preciso tomar medidas a corto, medio y largo plazo. Por su parte, el president del GOB aseguró que habían explicado al president cuál era su punto de vista sobre la situación urbanística de Mallorca: «Nos encontramos en un momento especialmente difícil, porque hay grúas por todo, un exceso de suelo y mucha gente que quiere urbanizar», aseguró Rita.